De la mano del artista Paolo Salvagione, en conjunto con Headlands Center for the Arts, os traemos estas curiosas fotos. Se trata de la adaptación de un viejo gimnasio construido en 1907 en Sausalito, California. Tras tirarse su debido tiempo meditando en la pista, junto con su botella de vino y aconteciendo la puesta de sol, el autor contempló que la simetría del lugar era un invite a la competitividad. Múltiples cuerdas colgantes, anteriormente usadas para pruebas de fuerza y destreza mediante trepado, se iban a convertir en el sustento de los columpios. La obra fusiona competitividad y sentido del humor, y según comenta Paolo, tomará sentido cuando la pista se llene de concursantes sonrientes y carcajeantes.
Quien desee suscribirse tiene de plaza hasta día 8 de Mayo, ¿nos apuntamos? :)
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